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-37- "Vuestra salvaci6n está en convertiros y en tener calma; vuestra fuerza está en confiar y estar tranquilos". Pero el Señor espera - para apiadarse, aguanta para compadecerse;– porque el Señor es un Dios recto: dichosos los que esperan en tl. {SilenQiO) Rm 12,1-2 Os exhorto, hermanos, por la misericordia - de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajusté– is a este mundo, sino transformaos por la - renovación de la mente, para que sepáis dis cernir lo que es voluntad de Dios, lo bu~no, lo que le agrada, lo perfecto. {SilenQÍO) lR 22,9ss. Después que hemos abandonado el mundo, nin– guna otra cosa hemos de hacer sino seguir - la voluntad del Señor y agradarle. Guardémo nos mucho de ser el terreno junto al camin;, el pedregoso o el espinoso según lo que di– ce el Señor en el Evangelio ... Y guardémonos mucho de la malicia y astucia de Satnás que quiere que el hombre no tenga su mente y su corazón vueltos a Dios. Y, acechando en tor no, desea apoderarse del corazón del hombre so pretexto de alguna merced o favor, y ah~ garla palabra y los predeptos del Señor bo rrándolos de la memoria y quiere cegar, po~ medio de negocios y cuidados seculares, el coraz6n del hombre, y habitar en ~l ... Por eso todos los hermanos estemos muy vigilan– tes no sea que ... perdamos o apartemos del Señor nuestra mente y corazón. Antes bien,- n 1 s ta caridad que es Dios, ruego a to

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