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-26- PRECES: Al Dios, rico en misericordia 1 q,ue envi6 a su Hijo, hecho pobre por nosotros, para nues– tra salvaci6n, elevemos nuestra oraci6n, di-– ciendo: TU·, SE'ílOR OMNIPOTENTE, ERES NUESTRA SE– GURIDAD Y NUESTRA SUFICIENCIA. Cristo, tú hiciste de tu vida una disponibi– lidad total a la voluntad del Padr~, haz que nuestra pobreza nos haga disponi– bles en el amor y conformes contigo para– ser solidarios con los pequeños de este-– mundo ( 59 , 5) • Tú, Señor, no te reservaste nada para ti, si– no que lo pusiste todo al servicio de los hom bres, enséñanos a no apropiarnos los dones de na turaleza y gracia como dados s6lo para no= sotros, empleándolos por entero al servi-– cio del pueblo de Dios (59,6). Que sepamos vivir la auténtica riqueza que es Dios, para que "desechemos toda preocupaci6n an– gustiosa, confiemos en la divina Providen– cia y nos entreguemos a su bondad infinita 11 (63,1). Que nuestra vida y nuestro comportamiento de hermanos pobres sea tal, -- que testimoniemos el valor de la pobreza - sin necesidad de dar explicaciones (60,3). Padre nuestro