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nes de conocer nuestravida concreta. necesario, pues, ofrecerle un cuadro amplio de nuestra vida, de nuestro ser y de nuestro actuar. Será a conocer la vida de nuestras "''""'re,"' fraternidades con sus características y sus compromisos, presentarle la historia de nuestra familia y las figuras especialmente significativas. Por su parte, la fraternidad debe examinar si el candidato es apto para nuestra forma de vida y particularmente si es capaz de vivir en fraternidad. 5. Formación humana. El postulantado es el tiempo de verificación y de una especial formación humana. La fraternidad, cuando llega a ser lugar equilibrado, optimista, franco, libre, abierto al diálogo y a la aceptación del otro, posibilita a cada uno desarrollar armoniosamente su persona. Por lo que respecta a la formación humana, es necesario ayudar al candidato a: - Profundizar en el conocimiento de sí mismo, ejercitarse en la aceptación de sí, en la adquisición de la libertad y de la autonomía. - Desarrollar el sentido de la responsabilidad y de la perseverancia. - Abrirse a los demás. - Madurar en la vida afectiva y especialmente procurar el equilibrio sexual, que supone la aceptación del otro, hombre o mujer, en el respeto de su diferencia 9 • - Vivir relaciones cordiales con todos los miembros de la fraternidad, aprendiendo a acoger la diversidad, a colaborar y a compararse equilibrada y constructivamente con los demás. - Aprender a usar con madurez y equilibrio los medios de comunica– ción. - Desarrollar la sensibilidad y el espíritu de servicio concreto hacia los hermanos ancianos y enfermos. - Llevar a cabo la separación de la vida seglar para pasar a la franciscano-capuchina. - Desarrollar el espíritu de renuncia y de sacrificio. - Amar la austeridad y la esencialidad de la vida. - Preocuparse por la propia formación espiritual. - Aceptar la ayuda formativa ofrecida por el responsable y por la fraternidad. 9 Cfr. DF n. 43. 48
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