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Testimonio de la fraternidad. Pero también nuestras fraternidades localesdeben manifestar un testimonio transparente de la vida que han abrazado. Además, han de buscar un justo equilibrio entre la necesi– dad de la acogida y las exigencias de la vida fraterna 29 • Testimonio de la Orden. Finalmente, nuestra Orden esta llamada adar de sí una imagen renovada: que sea fiel al carisma franciscano– capuchino; que suscitevocaciones anuestra vida; que rebose de amor por la Iglesia, por el mundo, por los hermanos y hermanas que Dios se dignará darnos. Criterios y fundamentos 22. Los criterios que apoyan y guían nuestro testimonio vocacional perso– nal y comunitario son: Crístocentrismo. Es necesario que Cristo ocupe el lugar central de nuestra vida y de nuestros intereses a fin de que nuestro seguimiento sea radical. Conversión. Se impone igualmente la exigencia de un continuo retorno al Evangelio y a la vida y regla de nuestro Padre San Francisco y de los primeros capuchinos, por medio de la conversión interior. Fraternidad. La fraternidad es el lugar privilegiado en el que realiza– mos nuestra vocación yque nos hace descubrir el vínculo profundo que nos une entre nosotros, con todos los hombres y todas las criaturas de Dios 30 • Oración. Toda nuestra vida y experiencia debe estar informada, como lo fue para Francisco y para los primeros Capuchinos, por el espíritu de oración. Pobreza. Dada la sensibilidad de nuestro tiempo, la pobreza radical debe convertirse en una de nuestras expresiones peculiares de testimonio. Minoridad. Como hermanos menores ofrezcamos un testimonio de vida humilde y simple, libre de las tentaciones de cualquier poder o privilegio, al servicio de todos, especialmente de los más necesitados, como verdaderos instrumentos de paz y justicia 31 • Austeridad y penitencia. Como el amor a Cristo pobre, humilde y 28 Cfr. PV pp. 91 ss. 3 ° Cfr. Can. 602; Const. 14,5; 30,2; PV pp. 91 ss. 31 Cfr. Const. 12,2 ss. 21

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