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Criterios y fundamentos 18. Nuestra formación vocacional ha de ser: Integral, progresiva y permanente. Todos los hermanos han de vivir en una actitud de crecimiento gradual y permanente, a todos los niveles, para poder de ese modo vivir y manifestar más adecuamente la propia vocación. Actualizada e inculturada. La formación no puede ser teórica y desencarnada, sino que ha de llevarse acabo en conexión directa con la propia realidad socio-político-cultural y eclesial, de manera que resulte significativa para el hombre del propio tiempo. Específica. Hoy, más que nunca, es necesaria una formación especí– fica y adecuada sobre la PV, por la complejidad de los factores humanos, religiosos y socio-culturales que influyen sobre todo proceso vocacional 25 • Objetivos y destinatarios 19. Los objetivos que quiere alcanzar nuestra formación vocacional son los siguientes: La identificación y madurez vocacional. El primer objetivo de la formación -de toda formación y en cada fase- es ayudar al religioso a vivir más y mejor la propia vocación, profundizando en la propia identidad, favoreciendo de este modo la maduración humana-cristia– na-capuchina 26 • Sensibilización y formación para la PV. La alegría al vivir la propia vocación aviva, además, el interés y el compromiso de todos los hermanos por el problema vocacional, haciéndoles comprender su urgencia y necesidad. Conocimiento y comprensión de losjóvenes. La PV se desarrolla sobre todo con los jóvenes de nuestro tiempo, los cuales, más que nadie, viven y sufren los apremiantes procesos de transformación social; en consecuencia, se hace cada vez más urgente para nosotros acercar– nos al conocimiento de las nuevas generaciones y del propio contexto socio-cultural para ayudar más fácilmente a los jóvenes a descubrir el proyecto de Dios sobre ellos y asumirlo. 25 Cfr. PVIP nn. 37 SS. 26 Cfr. Const. 37,3. 19
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