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S6 CAPITULO II, PARTE l. ART. 1 Art. 1. NECESIDAD DE LA VOCACION «Si afganos quisieren tomar esta oída !/ oinieren a nuestros frailes,,,. 96 En esta primera frase se íncluyen: a) la vocación por parte de Dios y b) la correspondencia por parte del hombre. a) La vocación. Es la llamada que hace Dios para el estado religioso. Puede ser general o especial. La vocación general consiste en la invitación general hecho por el mismo Jesucristo a todos los cristianos a abra~ zar una vida más perfecta, me.diante la observancia de los consejos evangélicos. La vocación especial consiste en la llamada individual del Espíritu Santo para llevar una vida más perfecJa. Ahora bien; ¿cuál de estas dos se requiere o es suficiente? Disputan los autores (1). La sentencia más común, a la cual se adhiere el mismo Sto. Tomás, admite ser suficiente la general, con tal que el individuo tenga además recta in– tención de servir a Dios y sea idóneo para sobrellevar las cargas de la Orden, como dice el mismo derecho canónico (2). 97 Por tanto en la práctica podemos decir -prescindien– do de la presencia de impedimentos, que ordinariamente hacen presumir falta de vocación- que si uno demuestra idoneidad para cumplir los deberes que impone la Religión y tiene recta intención de servir a Dios, tiene en su favor una señal moralmente cierta de tener vocación, aunque interior– mente no advierta ningún impulso especial; porque en esa idoneidad y en la recta intención se presume que va incluída, al menos implícitamente, la llamada de Dios (3). Aún más; en la práctica se debe atender más a esta ido– neidad y recta intención que a las inspiraciones interiores, aunque sólo fuera por la imposibilidad en que nos encon– tramos de saber si éstas son realmente de Dios. El mísmo derecho canónico, en el c. 538, aprueba esta afirmación. (1) Exigen vocación especial LESSIO, S. ALFONSO, AERTUEYS, BUCCERONI... entre los que no la exigen están casi todos los autores así antiguos como modernos, como S. TOMAS, PIAT, 8ERTHIER. BOUVIER, VERMEER'SCH, PRUEMMER, Cfr. RAUS C. SS. R., La vocation rélígíeuse considerée dans St. Thomas. St. A1phonse et le Code de Droít canonique, en Nouvelle Revue Theologique, 51 (1924), p. 94-107. Allí se da una amplia biografía .sobre al particular. PIAT, Compendium praelectionum iuris regula– rium, 1903, cap. 1, p. 21, q. 28. (2) c. 538. (3) Cfr. VERMEERSCH, De ,·elígiosis, t. 11, De vocatione religiosa, p. 20-58, especialmente las pp. 48 y 54, donde se dan las señales de la vocación religiosa y sacerdotaL