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16 INTRODUCCION , V, VI Regla Seráfica. es santo y se le puede canonizar luego de morir (40). 26 Finalmente podemos comprender la excelencia de la Regla por la misma vida que impone, en todo semej~nte a la de Jesucristo. Jesús no ha escogido la vida exclusivamente contemplativa ni sólo la activa, sino que ha unido admira– blemente la contemplación y la acción. La Vida mixta es de hecho una de las más hermosas características de la Regla Franciscana: en la oración y en la acción se debe consumir toda la vida del verdadero y auténtico fraile menor. VI. ORIGEN Y DESARROLLO DE LAS CONSTITUCIONES 27 La Regla Franciscana, aunque desarrollada en doce capítulos, sin embargo se ciñe a considerar preferentemente lo que es esencial a la vida del fraile menor. Además, aun– que sumamente excelente y perfecta, es siempre una serie de leyes hechas para hombres, adaptadas a los tiempos y a las circunstancias en las que fué escrita. Pero los tiempos y las circunstancias son mudables: de ahí la necesidad de ulterio– res adiciones, cambios, adaptaciones, aún conservando in~ tactos la sustancialidad y el espíritu. En los primeros tiempos todo esto se hacia efectivo me– diante nuevas ordenaciones, en cuanto lo exigía la necesi– dad del momento: pero creciendo éstas sin cesar, sea por la comodidad de tenerlas todas reunidas o sea para evitar confusiones e incertidumbres, se las compiló en una serie ordenada y homogénea. Estas compilaciones han dado origen a las Constitucio– nes y a las Ordenaciones de los Capítulos Generales. Las primeras Constitucíones datan del Capitulo General de Narbona en 1260, presidido por S. Buenaventura (41). Es– tán divididas en doce capítulos, como la Regla, y han servi– do de modelo .a las Constituciones posteriores. Más tarde fueron revisadas y ampliadas en el Capítulo General de París en 1292, o según otros en el de Anagni en 1296 (42). Estas Constituciones estuvieron en vigor hasta 1336, cuando se intentó introducir las llamadas Constituciones Benedictinas (43). Pero muerto Benedicto XII O. Císt. que (40) Serrno de s¡Francisco. . (41) S. BUENAVENTURA, o. omn., t. .VIII, pp. 449-467; Cfr. Constitutionum Genera!ium prí. mi Ordinis Seraphici series chronologica, en Coll. Fran, 12 (1942), p. 377 sgts. (42) Nanumenta Ord, Nín., Salmanlicae, 1560, III, 236. (43) Bull. Fr. VI, p. 25. Se impone, entre otras cosas, la obligación del coro,