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EXCELENCIA DE LA REGLA FRANCISCANA 15 lar el alma del auténtico fraile menor, confiriéndole una no– hle sencillez, Los ayunos y abstinencias, a diferencia de las reglas antiguas, son morigerados, y dispuestos a desaparecer ante una clara necesidad. 24 Debido a estas notas característica~, la Regla Fran– ciscana es la que más se acerca a nuestra naturaleza huma– na, porque es la medula de un Evangelio dictado por el Pe– dagogo Divino, Cristo Jesús. Es la más útil al bien social, porque penetra en todas las esferas sociales mediante su apostolado. Y por eso la Orden Franciscana, aún hoy, es la más numerosa y la que más deja sentir su presencia en to– das las actividades humanas. V. -EXCELENCIA DE LA REGLA FRANCISCANA 25 La excelencia de nuestra santa Regla podemos dedu– cirla en primer lugar de lo que el Seráfico Padre dice en su Testamento: «El mismo Altísimo me reveló que debía vi– vir según la forma del Santo Evangelio. Y yo con pocas 1J sencillas palabras lo hice escribir 1J el Señor Papa me lo conñ.rmó». Por tratarse de una doctrina recibida de Dios, podia de.cir: «Yo nada he vuesto por cuenta propia, sino que me he limitado a transcribir lo que Dios me iba reve– lando». Y podía decir que la Regl1¡3. era «el libro de la vida, esperanza de la salvación, arras de la gloría, medula del Santo EvangeliQ, camino de la Cruz, estado de perfección, llave del paraíso, pacto de etern.a alianza». (37). Los Romanos Pontífices han sido pródigos en alabanzas y elogios. Nicolás III podía escribir: «Haec est apud. Deum et Patrem munda et ímmaculata relígío, quae, descendens a Patre luminum, per eíus Filium exemplariter et verba– lí(er Apostolís tradita, et deinde per Spirítum Sanctum beato Francisco et eum sequentíbus ínspirata, totius in ·se quasi contínet testimoníum Trinítatís» (38). Y Clemen– te V: «Haec estilla caeles.tis vitae forma et regula, quam descrípsít ílle confessor Chrístí eximius sancl'tis Francís– cus, ac servandam a suis (ílíis verbo docuít pariter et exemplo» (39). - S. Vicente Ferrer aseguraba que aquel que observe la (37) Cfr. Seraphicae legislatio11is textus orígíttalis, p. 271. (38) Const, Exiit, en Bull. Cap. VI, 56. (39) C;mst. Exivi, en Bull Cap. VI, 8'\