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370 CAPITULO NOVENO · De los predicadores INTRODUCCION Y SUMARIO 657 En este capítulo el Seo. Padre quiere que sus frailes se lancen al mundo a conquistar las almas para Jesucristo. Para conseguir este ideal, el medio principal que usó nuestro Señor y que expresamente mandó a sus Apóstoles, es sin duda la predicación. Por eso la ha recomendado tan, to el seráfico Padre a sus seguidores. La predicación, además de ser una de las características más visibles de la Regla, significa una verdadera novedad en el encuadramiento de la vida regular. Antes de S. Francisco hubo, sin duda, monjes que fueron grandes predicadores y apóstoles, pero esto se debía más bien a iniciativa particu– lar y en una escala reducida; y esto no por falta de celo en– tre los monjes, sino porque su organización los ataba almo, nasterio. S. Francisco, con este capítulo, señala una línea diviso, ria entre el antiguo monacato, que se dedicaba con prefe, renda.a la vida contemplativa, y su nueva orden religiosa. El fraile menor, después de haberse internado en la contem– plación, como los monjes, debe salir al mundo a difundir los tesoros que ha recibido de Dios en la oración. Por eso decía S. Buenaventura que el fraile menor, si quiere vivir su Regla con perfección, debe predicar; y. sobre todo si tiene en cuenta el hecho de que en la Regla francis– cana hay un capítulo entero dedicado a los predicadores, cosa que ninguna otra Orden antes de S. Francisco había le– gislado para sus miembros (1). Por eso observa con justicia el P. Bulsano que no han comprendido su vocación aque– llos sacerdotes que no se preocupan de prepararse para po, der ejercer semejante ministerio (2). Pero no siendo posible dedicarse a predicar sin antes haber estudiado profundamente, se vió la necesidad de or, ganizar estudios serios y amplios, proporcionados a la no, bleza de la palabra de Dios. Es cierto que en este capitulo no se habla de los estudios explícitamente, pero al mandar que se examinen antes de recibir la patente de predicación, implícitamente se exigen los estudios, si bien la modalidad (1) S. BUENAVENTURA, o. c., p. 431. (2) BULSANO, o. c., p. 574, n. 436.
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