BCCCAP00000000000000000000940

166 éAPiílÍLO IÍ, PRECEPTO ÍÍ, ART, 2 a) Se requieren dos amonestaciones, sean canónicas o sólo paternas. Pero podrá prescindirse de ellas, si el neoprq, feso hubiese cometido un delito muy grave, tanto fuera co– mo dentro del convento, con gran escándalo de los seglares o ·de los religiosos, o con grave daño de la. comunidad (129). b) Las amonestaciones pueden ser hechas por el Supe, ríor Provincial, por el local 1J aún por el Director de los estudiantes o de los hermanos legos. c) Las amonestaciones pueden hacerse públicamente o en secreto, pero en este caso debe constar externamente, por algún documento, que verdaderamente fueron hechas. Tratándose de un caso oculto o público, pero que se pueda esperar la enmiendá sin darle publicidad, la amones, tación debe hacerse en secreto. Pero si se tratase. de un he, cho público, se podrá hacer, y muchas veces será convenien, te, en público. Cuando el Superior quiera amonestar públicamente, lo podrá hacer de una de estas formas: 1. ª) llamar al reo a presencia de un notario, el cual debe ser siempre un religio, so, al cual corresponde p0ner por escrito la amonestación verbal; 2/) llamar al reo a presencia de dos testigos, que igualmente han de ser religiosos, y después de poner por es, críto la amonestación, suscribirla el mismo superior, el reo y los testigos; 3.ª) por medio de una carta, pero en forma tal que conste en las actas que el reo la recibió. En este último caso el Superior debe hacer dos ejempla, res de la amonestación, uno el que se manda al reo por me– dio del cursor, el cual debe atestiguar que efectivamente la carta llegó a manos del reo, o bien mandarla certificada con acusación de recibo; la otra copia ha de guardarse en el archivo junto con el documento que atestigüe que el reo re, cibió la carta. Si luego el Superior debe o quiere amonestar secreta, mente, en términos generales debe proceder como ya se ha indicado arriba, pero haciendo lo posible porque la cosa no se divulgue, obligando a guardarlo con secreto de oficio. Por lo tanto la amonestación no ha de hacerse delante de la co, munidad, sino privadamente; y aún en el caso de servirse de n.otario o de testigos como también del cursor, impóngales el secreto de oficio. En todos estos casos el documento, fir– mado como se ha dicho arriba, ha de guardarse en el archi, vo secreto. (129) Cfr. Normae in dimisslone religiosoru1n Ordinis nostri a votis temporariís professo• rum servandis y otras anteriores en AO., 37 (1921), p. 130. ,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz