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VESTICION DE LOS NOVICIOS 95 hábito (22). Pero 111 segunda ciertamente que se requiere para la validez. La vestición más bien se la considera como el acto ex• terno mediante el cual tanto el Superior como el candidato, in– tentan que comience a valer el propio consentimiento. La ceremonia de la vestición, según nuestras Constitucio– nes, es incumbencia del maestro de novicios (23). Se disputa si en el caso de tener que repetir el noviciado, se deba repetir también la vestición (24). Si tmo viene de otra Religión, es evidente que se debe repetir; si de la misma, no pa– rece que sea necesario, aunque sí muy conveniente. · 3) ¿ Dónde Iza de verificarse la vestición? 169 Mientras para la primera profesión está señalado el convento del noviciado (25), nada se dice de la vesticiórí. Pero es obvio que deba hacerse en el convento del noviciado, a no ser que medien razones de orden superior que aconsejen otra cosa, como sería la gran edificación de los fieles. Art. 3. CONDICIONES REQUERIDAS PARA LA VA~ LIDEZ DEL NOVICIADO 1) La ausencia de cualquier impedí~ mento que afecte a la .validez del 1nísmo. 170 Habiendo hablado ya difusamente de ello en la parte precedente, a _ella remitimos al lector (26). 2) La edad. El c. 555 exige al menos 15 afíos cumplidos. Los años de· ben computarse a tenor del c. 34, § 3, n. 3, como hemos dí· cho anteriormente (27). Si el Superior por error o conscientemente hubiese recibido al hábito a un novicio, antes de haber éste cumplido los 15 mios, el nooiciado, ·comenzado antes de tiempo ¿es vá– lido en orden a la profesión? La admisión fué ciertamente inválida. Pero perseverando tanto el consentimiento del Superior como el del novicio, el no– viciado y la admisión se pueden considerar válidos desde el día ~ 22~ c. 553. 23 Ord. 31. 24 CREUSEN, Religíeux et relígieuse, p. 140, 11. 161, · sostiene la sentencia afirmativa; de opinión contraria es GOYENECI-IE, en Comm. pro Relíg,, 24 (1943), p. 130, ad. 11, ~ 25) Const, 24. 26) Cfr. nn. 112-132. ,2V) Cfr. n. 120. .