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bueno de D. Valentín Marichalar. ¡ Le afectaba tan de cerca todo aquello! Y no las tenía todas consigo. Tampoco los padres de las videntes estaban dema– siado seguros. No podían dudar de la sinceridad de sus hijas: pero se encontraban ante cOsas "tan raras". tan fuera de su comprensión... · Eran seguramente las mismas niñas quienes en medio de tantos desasosegados se mantenían en mayor tranquilidad. No les cabía entonces duda alguna sobre la realidad de sus "visiones", y de la Virgen bien podían fiarse ... * * * Aquel 18 ~e Octubre La noche del 17 al 18 fue de água hasta mús no poder. En la oscuridad de su silencio, a lo largo y a lo ancho de toda la vertiente cántúbrica. hubiera podido escucharse sin parar la inmensa y sorda sinfonía del agua que cae y que corre ... L,JS "cataratas del cielo" parecían inagotales. Y antes de que la luz del día 18 de octubre lograse filtrar algo de su claridad a través de la inmensa bruma. muchos vehículos de todas clases empezaron a poner en marcha sus motores. La experiencia de una persona puede hacernos entender la de muchísimas: 97