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mano, y no hubo manera de quitársele durante todo el tiempo que duró el trance. Otras cosas de aquellos días fueron de más "altura". La misma Conchita da cuenta de algunas en su Diario: "En ama de nuestras apariciones, bajábamos LoU y yo de los Pinos con mucha gente, y vimos una cosa como fuego en las nubes; lo vieron la gente que estaba con nosotras y también los que no estaban. Y cuando pasó eso, se nos apareció la Virgen, y le pregun– tamos que qué era aquello, y. Ella nos dijo que en aquello había venido Ella". Otra "señal del Cielo" (Le. 21, 11 y 25) hubo en fecha señalada. Era el 12 de octubre, fiesta de la Virgen del Pilar. Los éxtasis de las niñas empezaron al atar– decer y se prolongaron hasta más de media noche. En uno de Loli y Conchíta, ellas prorrumpieron de pronto en un grito, al mismo tiempo que levantaban los. bra– zos. "lnstint.ivamente -escribió el Dr. Ortiz- .miramos todos hacia arriba, al cielo, y vimos una estrella que marchaba de norte a sur (o sea, en dirección a los Pinos), con gran luminosidad, y dejando una estela que duró bastantes segundos"... Aquello, según las not~s de D. Valentín, "no podía confundirse de ningún modo con una estrella fugaz, ni tampoco con un cometa", Con todas estas cosas (muy probablemente agran– dadas luego al transmitirse de unos a otros) tenía que andar la gente no poco impresionada, y preguntán– dose: ¿En qué parará esto? ¿Qué veremós el próximo día 18? 93

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