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preferentemente a todo lo que pudiese favorecerla, por no tener que desdecirse... También en el ámbito de la Jerarquía puede darse aquel talante que apuntaba cierto personaje de Calderón de la Barca: "Procure siempre acertalla el "honrado" y principal; pero si la acierta mal, DEFENDELLA, y no ENMENDALLA"... La notá.episcopal hacía suyo ta.mbién el deseo de la Comisión de dejar aislado todo lo que estaba pasando en aquel apartado rincón de Garabandal: que ni sacer– dotes, ni religiosos, ni simples fieles fueran por allí... * * * La afluencia de visitantes a Garabandal continuó; y siempre había entre ellos sacerdotes, especialmente extradiocesanos. Para revivir mejor el ambiente que había allí en las últimas semanas de aquel verano de 1961, quiero reco– ger algunas anécdotas. 29 de agosto: Conchita entró en éxtasis a las 11, y se le oyó preguntar: "¿Todos los sacerdotes son bue– nos?"... Instantes después hizo un gesto de admiración. Don Valentín, el cura, le preguntó luego por aquel gesto y la niña contestó que no lo podía decir.., Pero al fin tuvo que declarar que la Virgen le había dicho que por desgracia "no todos los sacerdotes eran buenos". 74