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"Como nos había dicho, la Virgen vino y nos dijo igual que el día anterior: REZAD EL ROSARIO. Y empezamos el rosario... Y esa noche fuimos a los luga– res en que Ella se nos había aparecido antes; y decía la gente, después de nuestro éxtasis, que habíamos subido a los Pinos, y que allí anduvimos de pino en pino, de rodillas, y rezando... "Mari Cruz, como ya había tenido aparición pri– mero, se fue a la cama; y nosotras le dijimos a la Virgen que nos dijera algún cantar para cantárselo a Mari Cruz (delante de su casa). Y nosotras discurríamos alguna palabra, y en lo otro nos ayudaba la Virgen. Los cantares son los siguientes... (16). "Esa noche la Virgen estuvo con nosotras desde las nueve de la. noche hasta las siete de la mañana..." Después de tales "velas" las niñas deberían sen– tirse cansadísimas, deshechas. j Pues no! Los que se sentían de verdad así, eran quienes las habían acompa– ñado; ellas, no; y los testimonios sobre esto son unáni– mes. Esa noche apareció, creo que por primera vez en las cosas de Garabandal, un nuevo fenómeno que <lió oca– sión a no pocas extrañezas e interrogantes. (16) Algunas de las coplas o canciones que las tres niñas en éxtasis le cantaron a su compañera Mari Cruz, encerrada en casa, durante las "vigilias" de que venimos hablando, pueden verse en el cap. IX de mi referido libro, páginas 169-171. 64