BCCCAP00000000000000000000937

El P. Luis iba en el coche del Sr. Fontaneda (D. Rafael, hijo), y de este señor son estos tesmitonios: "Tanto mi esposa como yo, lo mismo que José Salceda (el conductor, a cuyo lado iba el P. Luis), nos sentía– mos impesionados por la profunda e intensa alegría que se notaba en el Padre, así como por su SEGURI– DAD. El hablaba sin prisas ... , y repetía muchas veces expresiones como éstas: "¡Qué contento estoy!. .. Me siento colmado de dicha... ¡Qué regalo me ha hecho la Virgen! ... Ya no puedo tener la menor duela sobre la verdad de Jo que ocurre a las niñas... ¡ Vaya suerte tener una MADRE así en el Cielo!... No debemos tener nin– gún miedo a la vida sobrenatural. .. Hemos de aprender a tratar a la Virgen como lo hacen las niñas... ¿Por qué nos habrá escogido la Virgen? ... HOY ES EL DIA MAS FELIZ DE MI VIDA..." Y él no pudo con tanta felicidad. Aquella misma noche. poco después de las 4 de la madrugada, cuando la pequeña caravana de coches entraba en Reinosa, él se "dormía" plácidamente, para no despertar, en el mismo automóvil que le transportaba. Quizá la expli– cación de fondo a este imprevisto "tránsito" esté en aquel episodio del Exodo, 33, 18~20... No estamos aún en condiciones de contemplar ciertas realidades. Así el P. Luis Mª Andreu, con su morir a los 36 años, por causa de un ALGO que se le concedió ver en Garabandal, se ha convertido en el primer "mártir" de aquel misterio. su primer testigo irrecusable. 61

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz