BCCCAP00000000000000000000937

Yo no tengo la menor duda de que aquella tan abundante y compleja "epifanía mariana" se definía cabalmente por ese "MADRE NUESTRA" de las niñas en su rezo extático. Hemos de ver la quinta esen– cia. de las manifestaciones de María en Garabandal pre– cisamente en eso: en que la entendamos y sintamos ante todo como Madre. Las niñas, que experimentaban a diario, ¡y de qué forma!, esa realidad del volcarse maternal de María hacia nosotros, tuvieron que desahogar lo que vivían con aquella espontánea y acertadísima añadidura a nuestra primera oración mariana. El día 3 ocurrió por primera vez el fenómeno de las "caídas extáticas", del que hablo en mi libro "Se fue con prisas a la Montaña", cap. VII, págs. 128-130. También a la caída de la tarde de ese mismo día regresaba al pueblo Conchita, acabado su complicado "secuestro" en Santander. Al día siguiente, 4 de agosto, entra en la historia de Garabandal ese aparatejo que entonces era tan llama-:– tivo y hoy resulta tan vulgar y corriente, el magnetó– fono. Uno que llevaba aquel día por Garabandal cierto señor de Salamanca, parece que recogió fugazmente una breve frase -dicha con voz dulcísima- de Quien hablaba con Loli en éxtasis... Y en seguida se corrió por el pueblo como noticia sensacional: "Se ha reco– gido en el aparato la voz de la Virgen". 56

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz