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Al principio, las niñas, en tales marchas extáticas, sólo vivían su propio éxtasis... ; mas posteriormente, se fueron convirtiendo cada vez más en "instrumentos" de participación en él para los espectadores. Dicha parti– pación venía sobre todo a través de los rezos y los cánticos. "Cierto día la Virgen encomendó a una de las niñas que rezase el rosario en la iglesia al terminar la visión; pero se encontró con la iglesia cerrada, y entonces comenzó el rezo ante la puerta~ allí nuevamente entró en éxtasis y la Virgen le dijo que rezara más fuerte, para que el público tomara parte en el rezo.... Así fue, y aquello se convirtió enseguida en un hermoso rosario por las calles: la niña en visión iba delante, la gente detrás; la niña diciendo en voz alta y pausadá una parte del rezo, y la gente contestando devotamente con la otra parte. La niña no contaba las avemarías de cada decena; pero no se equivocó de número en ningún mis– terio, porque la Virgen le avisaba siempre cuando correspondía el Gloria. Todo esto ocurrió en bastantes otras ocasiones" ( 11 ). Sí, las '«marchas extáticas" fueron creciendo en número y dimensión... , y muchas de las mc_jorcs "vivencias" que tuvieron allí en Garahandal innumcm- ( 11) 1 >e 1111 informe del P. Ramón Mª Andreu. S. .I., rdi.·1'l'llll' a aquellos primeros tiempos de (iarahandal. Véase "Se fue c1,n prisas a la Montaña" cap. V, págs. 75 y 85. 41

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