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Aquí está la clave primera para entender lo de Garabandal: no se trataba de 'una Aparición más, dese. tinada a llamar fuertemente nuestra atención y dejare. nos luego .un Mensaje... ; se trataba de un venir, la Virgen a "estar con nosotros", para que la "sintiéra– mos", como nunca, entrañable y definitivamente; en su realidad de MADRE NUESTRA. Que era nuestra Madre ya lo :.;abíamos, p.or doc– trina, por creencia... Pero teníamos necesidad de "expe– rimentarlo", fuerte y dulcemente, durante largo tiempo y a través de las más diversas pruebas, hasta una dichosa saciedad. Por eso resulta incuestionable (al menos, para mí) que ese 2 de julio de 1961 empezó aquí en la tierra la mejor. EPIFANIA DE NUESTRA MADRE DEL CIELO Quedan muchos pormenores por saber y por decir de lo que fue aquel "encuentro" con Ella en la Calleja de Garabandal, el 2 de julio. Pero más que los porme– nores 110s importa lo que de aquel encuentro quedó~ y esto nos lo revela de algún modo, y sin querer, la misma Conchita: -"...Así terminó el día 2, domingo. ¡Día muy feliz, porque habemos visto por primera vez a la Virgen! Aunque con Ella estamos -todos, siempre que quera– mos". 25