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de poca monta. La muchacha lo comunicó de palabra a algun¡ls personas, y tambié.n por escrito: "El día de la Inmaculada, la Virgen me hafelicitado por ser el día de mi santo; y me ha dicho que el 18 de junio próximo veré de nuevo al. ángel S. Miguel" (carta al P. Laffi– neur. del 12 de enero de 1965). Esto suponía mucho, pues el gran arcángel no est:í precisamente para cosas menudas: un retorno su\'n. anunciado con tanta anticipación. no sería de seguro para cosas rutinarias: quien había venido ese mismo día. cuatro años antes. para poner en marcha todo aquello. bien podía volver ahora para rematarlo. n clausurarlo. l 965: Se abre con una importante comunicación En la tarde festiva del I de enero Conchita subió a los Pinos. y allí tuvo de nuevo aparición. Había subido enteramente sola: pero parte de su trance fue obser– \ ado por dos inesperados testigos: Joaquina. de 12 ailos. y Urbano. de 9. que bajaban del monte para el pueblo con un pequeño hato de ovejas. Pronto se corrió por las casas lo que éstos decían ... Y causó impacto. porque hacía ya meses y meses que no se daba por el pueblo el espectáculo de un éxtasis. Según lo que la joven comunicó luego, de palabra, a su tía Maximina González, y por escrito, más tarde, al P. Laffineur. en ese éxtasis de la primera tarde del año hubo. una nueva contemplación de la Virgen (a 228