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crita de la muchacha: "Al día siguiente, 29 de noviem– bre, tuvo la locución que estaba esperando". Conchita declaró que las locuciones le habían venido siempre, estando ella en oración, o en su casa, o - lo mús ordinario en la iglesia. Lo mismo afirmó l.oli. Muy interesante la respuesta que ellas dieron a una pregunta que les hiw conjuniamentc el Rvdo. Lópcz Reteúaga: "¿Qué escogeríais. entre una aparición, una comunión, o una locución?"."¡ La comunión!", respon– dieron a la Yez. "Compréndase anota el sacerdote el \'alor de esta respuesta, contrastando el estado de felicidad y de goce que les traían las apariciones y locuciones. con la aridez o sequedad que envolví.an no pocas Yeces sus comuniones". Sí. ta'n sólo un gran sen– tido de la Fe pudo llevar a aquellas jovenzuelas sin especial formación a .dar una respt1esta tan acertada. A las dos Yidentes, en sus locuciones, debieron de decírseles. bastantes cosas, que no sé si nosotros llega– remos a saber algún día ... ¡ Cuánto dé Garábandal nos es todavía desconocido! 219

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