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ñas. en julio de 1961. (Véase el cap. VI de la Iª Parte de mi .libro "Se fue con prisas a la Montaña"). Ambas cosas fueron recogidas de boca de Conchita después de un éxtasis que tuyo en la madrugada del día 6 de diciembre. Dos días más tarde. fiesta de la Inmaculada. la nii'la celebraba su fiesta onomústica. y casi en el comien10 del día se vio fayorecida con una aparición de la Madre del Cielo. Se pudo recoger en magnetófol)o parte de lo que la niña decía: algunas cosas son de un sorpren– dente infantilismo. si tenemos en cuenta que ella tenía ya I J años bien cumplidos ... : pero hay tamhit:n otras cosas: "Tengo unas ganas de que llegue ese día... ¿Sabes por qué tengo tantas ganas? La gente no cree... ¡Ah! ¿Es después. cuando va a venir el milagro. cuando ya no crea casi nadie?... ;,Y una semana bastará?... ;.Cuándo te verá la gente?..." Pocos días más tarde aseguraba ella a Dª Mercedes Salisachs (la conocida escritora de Barcdona). que un muchacho paralítico. por quien dicha sci'lora se intere– saba. curaría el día ·del Milagro. "esté donde esté". Cúmo se llega a un inesperado "desconcierto" Fn las semanas postreras de 1962 se fue gestando en Garabandal una seria crisis. que estalló abiertamente en el primer mes del año siguiente. FI 28 de diciembre. de nuen) Maximina se pone a escribir a la cuñada del Dr. Orti1. Dª Eloísa de li1 Ro1a 208