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porque el mundo no ha cambiado, y ya nos ha avisado, con ésta, dos veces; y no la atendemos, porque el mundo está peor; y hay que cambiar mucho, y no ha cambiado nada... Preparaos, confesar... Que el Castigo pronto vendrá; y el mundo sigue igual. ¡Qué pena que no cambie! Pronto vendrá el cas– tigo, muy grande, si no cambia. María Dolores Mazón Jacinta González Lo que las niñas buscaban en su escrito, con esta forma reiterativa dentro de su pobre capacidad de expresión, era inculcar apremiantemente las dos o tres cosas fundamentales que habían enten– dido y vivido (¡y de qué forma!) en el curso de su angustiado éxtasis. Garabandal aquella noche, después de los impresionantes gritos de la Calleja, no debió de tener un sueño muy tranquilo. Pero aún le aguar– daban horas peores. El miércoles, 20 de junio, amaneció luminoso. De mañana, Conchita ... Veamos el relato de la ya mencionada cuñada del Dr. Ortiz, Dª Eloisa de la Roza: "estábamos acompañando a Conchita arriba, en los Pinos, donde ella esperaba que el Angel le diera la comunión. Rezábamos y aguardábamos... Pero la cosa se iba demorando mucho; y la madre de la niña, Ani- 164