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hubo aparición o éxtasis que no tm·iera conexión o referencia a esa inefable presencia del Señor en la Euca– ristía. El abogado de Palencia D. Luis Na\'as Carrillo. que subió bastantes veces a Garabandal ,. allí Jo obser– vaba todo con muy despierta atención, tiene escrito en una de sus notas: "Se preguntó a las niñas por qué en sus éxtasis iban tantas veces a la iglesia. sabiendo que la iban a encontrar cerrada (segúndisposición de la auto– ridad diocesana. por lt~s días de agostode 1961). \' ellas respondieron candorosamente: "Es que a la Vir– gen le gusta ir siempre cerca de donde está Jesús, su Hijo~ . Y ahí tenemos, iluminándolo todo desde el comienzo. una de las pocas y fundamcntaks exigencias del primer Mensaje: "HAY QUE HACER MUCHAS VISITAS Al. SA'.\'– TlSI 1\10" Pero la Eucaristía no es sólo presencia real y conti– nuada de Jesús entre nosotros: es ta111hién. y de prime– rísima intención, el "'Pan de Vida"· (.ln. 6, 51) con que deben alim~ntarse las almas. · Por eso. en Garahandal Yino tan pronto lo de des– pertar la atencit1n de \'identes y espectadores hacia la comunión. Es en ella donde se efectúa al gran encuen- tro personal con cl.Cristo'Salnidor. .~· · · f:scrihió Conchita en su diario (púgs. 5 ¡.. 53 del original): 153

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