BCCCAP00000000000000000000937
que sigue bien podemos ver un encuentro muy perso– nal con el misterio. Por los mismos lugares y a las mismas horas en que la señora catalana tenía las personalísimas experiencias que acabamos de resumir, otro distÍnguido visitante del pueblo iba haciendo también las suyas, con no menos carga de emoción. Tal visitante era el conocido médico de Vitoria D. José de la Vega. Hombre creyente, pero no fácil para el entusiasmo religioso, subió a Garabandal como tantas otras personas, especialmente varones: por simple curiosidad, a ver qué pasába: .. Y lo que allí pasaba, comprobado por él mismo, le hizo tanto efecto, que creyó un deber de conciencia darlo a conocer. En un diario de su ciudad, "El Pensa~ miento Alavés", apareció con su firma un escrito del 27 de abril de 1962, viern.es de Pascua; todo. el escrito transpira serena pero fortísima convicción: no se habla "de oídas", ni a la ligera. "Desde el 18 de junio último, podemos decir que la Virgen se pasea diariamente por las tortuosas calles de un pueblecito perdido en. las cumbres de· tos Picos de EIIropa (hablando con exactitud, las cumbres de Gara– bandal no son todavía Picos de Europa, pero quedan cerca)... "Un pueblo entero, de apenas 70 familias, vive desde hace meses en plena confusión. Las niñas, casi cada día, una o varias veces y a horas prefijadas, rezan, 147
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz