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Y Maximina, en carta del 2 I de marzo, a los Sres. Ortiz. de Santander: "Estuvieron aquí unos Padres ... Hicieron la otra noche, a las 3 de la mañana, una Hora Santa. Dijeron que si algunos de los presentes querían ir explicando los misterios del Rosario... ; y el primero que lo hizo fue el Sr. Matutano: ¡ Lloraba la gente como nada! El Marqués de Santa María dÍjo que él no podía de lo emocionado que estaba ... Hablaron muchí– simo los Padres; y decía uno: "Desgraciado el que esté palpando esto de las apariciones y no lo medite... Yo lo juro ante Dios, que creo que todo esto es verdad". Muchísimo hablarón ..." (20). * * * Pocos días más tarde vino otra jornada estelar: fue el 25 de m~rzo, fiesta de la Anunciación de la Sma. Virgen (que lleva incluida la del hecho cumbre de la historia: la Encarnación del Hijo de Dios); aquel año era, además, domingo, el 3° de Cuaresma. El bueno de Simón, padre de Jacinta, contaha así. días más tarde, sus impresiones al Dr. Ortiz: "Yo había pensado que ese .día tenía que ocurrir algo extraordinario, por la fecha que era; y así sucedió, ''Las tres niñas, Conchita, Loli y mi hija, que hasta en.tonces sólo "re.zaban" el rosario, aquel día se pusie- (20) ()ui"en desee mú, dato·s sohre t:,tos episodios. wa mi lih~o "'Se fut: con prisas a la Montañit". clip. 11 de la 2ª partt:. púg. 328-J0. 132

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