BCCCAP00000000000000000000937
De aquellas semanas cuaresmales. tan llen.-1s de maravillas "ordinarias", sólo podemos con\iderar como jornada estelar la de la fiesta de S. José, o mejor. su "vigilia". El día 18 de marzo -domingo aq.uel año -- habían llegado al pueblo dos sacerdotes bien disfrazados: uno de ellos erá el famoso --aunque nadie en Garabandal le reconoció- - P. José Silva. fundador de ia "Ciudad de los Muchachos". de Orense. Durante la tarde \ noche de aquel día no dejaba de pegarse matcrialme:1t~ a las niñas en éxtasis. quietas o en marcna. tratando de captar todo lo posible de sus misteriosos diálogos ... Al final de una de las marchas extáticas. en la igle– sia, hubo mutua confesión de sacerdotes... hasta con lágrimas. por lo. menos en alguno. Después se quiso tener una Hora Santa nocturna. lo que no resultó del todo fácil por cuestión de penúi– sos y llaves: de la iglesia. de la sacristía. del sagrário ... Al fin. todo se arregló y pudo tenerse una Hora Santa "sui generis"... Uno de ·los sacerdotes asistentes testimonió algún tiempo más tarde: "Reza'!los un santo rosario como nunca; Casi todos· con los brazos en cruz.'.." Y el brigada de la Guardia Ci\·il. D. Juan Aln1ro Seco: "Pudimos hacer la Hora Santa. A ratos con los brazos en cruz... Comulgamos después casi todos. Atestiguo que aquello fue mara,'illoso". 131
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz