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Poco a poco los trances de las ninas fueron entrando en aquel ritmo de frecuencia que se daba antes del 18 de noviembre anterior. Quid1 pueda señalarse como lo especial de estas semanas, el interés mostrado por la Madre celestial, a través de sus hijas videntes, en favor de otr<ls hijos en penosa situación: enfermos, ancianos, moribundos, recientemente fallecidos ... En 1,i información recogida abundan referencias como éstas: "Esa misma noche las niñas pidieron mucho por todos los enfermos ... "Después de estar en extúsis rezando en el "cuadro", l'isitaron las casas donde hahíµ e1~/'ermos, ddndole.,· a hesar el cruc(f'ijo y re::ando con ellos... "Ese día (JI de enero}, acabado el rosario en la iglesia, Mari Cruz entró en éxtasis, y anduvo por el pueblo, visitando varias casas, donde daba a besar la cruz; y fue también donde el abuelo de Jacinta (ya casi moribundo), donde estuvo como un cuarto de hora rezando cpn él y dándole a besar el crucifijo ... Poco después llegaron también Loli y Conchita, que hicieron lo mismo, y estuvieron con él por espacio de una hora, y allí mismo volvieron en sí, y se sentaron en la cama ..." Las atenciones hacia este pobre "tío Leoncio", que frecuentemente caía en situación de inconsciencia, no acabaron ni siquiera cuando él acabó su "jornada" en ' 127