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Días más tarde escribía Mari Cruz: "Salgo a rezar el rosario todos los días a las 6 ·de la mañana en la Calleja... Desde el 19 de noviembre han cesado nuestros trances, aunque esperamos tenerlos otra vez (repite las fechas de cada una) ... Mientras tanto, hacemos la vida como las demás niñas: a clase, a jugar, y a hacer nues– tras oraciones todos los días". Loli por su parte manifestaba el 3 de diciembre al mismo D. José Ramón: "Estoy disgustada porque no veo a la Virgen...; espero volver a verla en enero. Pero no sé si en este medio tiempo volverá algún día a visi– tarme... " Y la Virgen volvió. Dispongo de un interesante relato manuscrito de Dña. María JosefaLueje, residente en la villa asturiana de Colunga: Fui por segunda vez a Garabandal el 18 de.diciem– bre de 1961... Desde Cossío hicimos la marcha a pie, pues eran los tiempos heroicos en que el camino estaba intransitable. "Poco ante.s de llegar al pueblo, reunimos en una bolsa de plástico todo cuanto llevá.bamos pa~a que lo besara la Virgen: rosarios, medallas, crucifijos ... En cuanto vimos a Loli, se lo entregamos; pero ella no estaba muy ~egura de que fuese a tener aparición. Esto nos. dejó basta.nte mustios; pero había que resignarse. Nos prestamos a pasar la noche en vela, como era de rigor. El padre de Loli, Ceferino, se compadeció de nosotros, y como no éramos muchos,. nos invitó a entrar en la cocina, para no pasar tanto frío. 119
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