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por la Madre, de que ellas, las cuatro niñas, se levanta– ran en adelante bien temprano todos los días para tener "un rosario de aurora" en la Calleja. Nadie mejor que la Madre celestial para comprender el sacrificio que supondría para aquellas pequeñas, del todo nor.,. males, y por tanto dormilonas como todas las niñas, el levantarse cada día, tan de madrugada, y además, en aquella estación. del año... Pero sabemos que se lo pidió expresamente para ayudar así, con su oración y sacrifi– cio, a "pobres pecadores". El 19 de noviembre escribía Maximina González, tía y madrina de Conchita, a la familia Pifarré, de Barcelona: "Las apariciones siguen lo mismo, aunque ahora son más suaves, es decir, que las niñas no corren tanfo como antes. Desde luego, no sabemos lo que esfo sera; pero que la cosa. se ve seria, sí. Ahora viene menos gente, por lo del 18 de octubre y porque es mal tiempo; pero si no vienen, es Ígual. ."Las niñas, ¡con lo que les gusta dormir!, ya llevan bastante tiempo levantándose a rezar el rosario a ¡as 6 de la mañana, allá arriba, junto a los .Pinos. .Si no fu ese cosa de .la Virgen, no se levantaban tan listas; nos cuesta más salir de casa a nosotros, al público". ···· · ·un día antes de la fecha de esta carta, el día , 18 (obsérvese una cierta predilección por este día men-' sual, el 18), al mes justo de la memorable jornada del Mensaje, fue echada "oficialmente" como quien dice¡ 117