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Nó es de extrañar que las niñas pidieran ahora como nunca un milagro o prueba del todo conúncente. Escribió Conchita en su Diario. pág. 51: "En nues– tras apariciones no dejábamos de pedir a la Virgen que hiciera un MILAGRO..., y Ella no nos decía nada, sólo sonreía. Y nosotras le decíamos: "Anda. hazle, para que la gente crea, que ya no lo cree nadie... Y Ella, lo mismo: se sonreía". Parecía, pues, que la Virgen no tenía pr.isas por llegar pronto a un final. que .lo dejara todo elato. Ella había venido a lo suyo; y lo suyo era. como apuntaba significativamente la fecha de su primera aparición. hacer una larga "Visitación de convivencia" (Le. l, 56) a sus hijos, comunicándose con ellos diariamente mediante las cuatr_o :videntes elegidas. llenindoles a una "experiencia" superabundante de hasta qué punto es Ella la MADRE, nuestra incansable y maravillosa Madre del Cielo. Lo que enseñaba a las niñas. lo que hacía con ellas. lo que a ellas les pedía. era de verdad para todos. y cada uno debía tomarlo ·como cosa que le afectaba muy personalmente. Merma en las apariciones, aumento en la penitencia En el mes más típicamente otoñal. noviembre. hubo dos fechas de especial relieve: el 4 y el 18. El día 4 empezaron los éxtasis a las 8 de la mañana. y de ellos quedó como cosa principal el encar~o dado 116

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