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La gente esperaba, de seguro, algo sensacional, y aque– llo.... Me parece que nuestra falta de rectitud nos ha vuelto muy complicados, ya no somos aptos para lo sencillo. "Yo distinguí claramente -vuelve a decir Dña. María- la voz infantil de Conchita leyendo el men– saje".. Porque a las niñas no se les entendió del todo bien, repitieron luego la lectura dos hombres, uno detrás de otro. Así quedaba suficientemente proclamado lo qu~ en aquel momento se debía saber. En la noche de Garaban– dal, sobre la "noche" del mundo, brillaba ya la luz de unas palabras escuetas, simplicísimas, que no dirían nada a los complicados o engreídos, pero en las cuales los bien dispuestos, humild~s de. corazón, poqr,ían encontrar materia. de muy sa.ludables reflexiones: "HAY QUE hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar al Santísimo... PERO ANTES tenemos que. procurar ser muy buenos. Y si no lo hacemos, nos vendrá un CASTIGO. YA SE ESTA LLENANDO LA COPA, y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande:'. 103