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REINADO DE SALOMON (960..922 a. de cr.) Salomón era hijo de David y Betsabé. Aunque no era el primo– génito cde los hijos del rey, Betsabé logró que David lo proclamara su sucesor al trono, contra las pretensiones de Adonías, el, hijo ma– yor del rey. Dos cosas caracterizan, sobre todo, el reinado y la persona de Salomón: la sabiduría del rey, en .Ja que aventajó a todos los que le precedieron y a todos los reyes que le siguieron, y las grandes obras, entre las que sobresale la construcción del temp1o de Jerusalén. También edificó y fortificó ciudades, embelleció su palacio y acumuló mucha riqueza. Salomón fue grande mientras fue fiel a Dios. Cuando se apartó del recto camino de la ley y comenzó a dar culto a falsos dioses, empezaron a caer desgracias y calamidades sobre su reino, que osct.1recieron y entristederon 1os últimos días de ·la vida del rey. Jesucristo alude en su Evangelio a la sabiduría y grandeza de Sa– lomón, grandeza y sabiduría' que se habían hecho proverbiales en Israel. 1. Reinado de Salomón. Una vez proclamado rey, Salomón hizo a Dios esta plegaria: O,h Señor, mi Dios, tú me has hecho rey, pero yo soy aún muy joven y no sé obrar como rey. Dame un corazón lleno de sabiduría para poder dis 4 tinguir entre el bien y el mal (1 Re. 3, 7-9). Esta súplica agradó sobre manera a Dios, y díjole el Señor: Porque me has pedido esto y no pediste para ti larga vida, ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste inteligencia para obrar la justicia, mira, yo te lo concedo: he aquí que te doy un corazón sabio e inteligente como no lo ha tenido nadie antes de ti ni lo tendrd nadie <;lespués. Pero además te concedo lo que no has pedido: riquezas y gloria (1 Re. 3, 10-13). 91
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