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1 REINADO DE DAVID.. (1010-960 a. de cr.) David es, sin duda, el rey más importante de la historia israelita. Y esto por varios motivos. El fue el que dio unidad verdadera a las diversas tribus, las del norte y las del sur, que desde antiguo tenían cierta enemistad. Conquistó Jerusalén, que estaba en poder ,de los cananeos, y la hizo capital· de su reino. También la convirtió en centro espiritual de ,todo el pueblo, pues colocó en ella d arca de la alianza. Todas las tribus deberían hacer su per,egrinación anual a Jerusalén, en ,1a fiesta de los Tabernáculos. David fue también un gran guerrero : derrotó a todos los principales enemigos de Is– rael: filisteos, cananeos, ammonitas, moabitas, edomitas. Y ensan– chó grandemente tlos límites de su reino. Su piedad y su religiosidad fueron grandes. Quiso construir un templo al Señor; compuso muchísimos salmos, himnos y cánticos en honor de Dios, para ser cantados ·en las fiestas de Israel. Por todo ello, Dios le prometió que de su descendencia, de su familia, saldría un dfa el Mesías, el Redentor del mundo. 1. David, Rey de todo Israel La situación del pueblo de Israel a la muerte de Saúl volvía a ser muy difícil. Los filisteos habían vuelto a apoderarse de gran parte de las tierras israelitas. Pero Dios, infinitamente poderoso y bueno para con su pueblo, escogió a David para que lo librara de la opresión de los enemigos, y para que formara un gran reino, figura y símbolo del reino del Mesías. La tribu de Judá, que ocupaba la parte sur de Palestina, pro– clamó rey a David en Hébrón, confirmando asi la elección que algunos años antes había hecho el profeta Samuel en nombre de Dios. Algún tiempo después, viendo las tribus del centro y norte que el Espíritu del Señor reposaba sobre David, lo eligieron también ellas como rey 85

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