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€LECTURA DAVID PERDONA LA VIDA A SAUL. 11 Sm. 24! Subió David y se estableció en los lugares fueFtes de Enga:dí {en la ladera occiden– tal del Mar Muerto). De vuelta Saúl de perseguir a los filisteos, supo que David estaba en el desierto de Engadí, y tomando Saúl tres mil hombres escogidos de todo Israel, iba en busca de David y los suyos por el roquedo de Jealim. Y llegado a unos rediles que había junto al camino, se vio precisado a entrar en una cueva. David y sus gentes estaban precisamente en el fondo de la caverna. Los hombres de David decían a éste: Ahí tienes el día que Yahvé te anunció, diciéndote que entregaría a tu enemigo · en tus manos; trátale como bien te parezca... Reprimió David con sus palabras a los suyos, y no dejó que se echasen sobre Saúl. Cuando Saúl se levantó para seguir su camino, se levantó también David, y sa– liendo de la caverna se puso a gritarle: ¡Oh rey, mi señor! Saúl miró hacia atrás y David se echó rostro en tierra, prosternándose; y dijo luego a Saúl: ¿Por qué escuchas lo que te dicen algunos, de que yo pretendo tu mal? Hoy ven tus ojos cómo Yahvé te ha puesto en mis manos en la caverna, pero yo te he perdonado, -diciéndome: No pondré yo mi mano sobre mi señor, que es el ungido de Yahvé ... Apenas terminó David de hablar, le dijo Saúl: ¿Eres tú, hijo mío, David? Y al– :zando la voz se puso a llorar, y continuó: Mejor eres tú que yo, pues tú me has hecho bien y yo te pago con mal. Tú has probado hoy que obras benévolamente conmigo, pues que Yahvé me ha puesto en tus manos y tú no me has matado. ¿Quién es el que se encuentra con su enemigo y le deja seguir en paz su camino? Que Yahvé te pague fo que has hecho hoy conmigo. Bien sé que tú reinarás y que la realeza de Israel se afirmará en tus manos. Júrame, pues, por Yahvé, que no .destruirás a mi descendencia, y que no borrarás mi nombre de la casa de mi padre. David se lo juró a Saúl, y éste se volvió a su casa, y David y sus hombres subie– ron a un lugar fuerte. 84

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