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peregrinan por el desierto y se establecen en Canaán, se les irán jun– tando otros grupos o tribus. más o menos numerosos. Habían pasado muchos años desde el establecimiento de los hijos de Jacob en Egipto. Un Faraón, probablemente Ramsés II, que no ha– bía conocido a José, comenzó una dura opresión contra los descendien– tes de Jacob. Les impuso trabajos forzados durísimos, los maltrataba, los sujetaba a esclavitud. Pero Dios segu'a bendiciendo y multiplicando los hijos de su pueblo. El Faraón tem'a que se rebelasen contra él, y por eso los perseguía tan encarnizadamente. Ante el fracaso de todas sus medidas, dio una orden mucho más dura aún: que se diese muerte u todos los hijos varones que fuesen naciendo entre los israelitas: Em:htvitud y opresión de los israelitas en Egipto 2. Nacimiento y niñez de Moisés.· En tiempo de esta tremenda persecución nació ún niño extraordina– riamente hermoso. Sus padres, el levita Amran y su mujer Yoqnébed, temiendo por la vida del recién nacido, lo colocaron en una cestilla de papiro, calafateada de betún y pez para que no penetrara el agua, y lo pusieron entre los juncos del caudaloso Nilo, cerca del lugar donde solía ir a bañarse la hija del Faraón, y bajo la vigilancia de una her• mana, María. No tardó en llegar la hija del Faraón y, al divisar la cesta, mandó recogerla. Viendo que se trataba de un hermoso niño que llo– raba, se conmovió profundamente. Entonces se presentó la hermana del niño, que estaba espiando la escena, y se ofreció a buscar una mujer hebrea que pudiese alimentar y criar aquel recién nacido. Así se hizo.