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Y se retiró, pues no podía contener su emoción. Aquel día comieron todos los hermanos con José en su palacio. Al d ·a siguiente, José dio orden a su mayordomo: Llena bien los sa• cos de esta gente y coloca el dinero de ceda uno a la entrada de cada saco. Y pondrás mi copa de plata en el saco del más pequeño, junto con el precio del grano. Los hermanos de José se alejaron contentos, camino de Canaán. Pero apenas habían salido de la ciudad, les alcanzó un emisario real, que les dijo: ¿Cómo habéis vuelto mal por bien? ¿Por qué habéis robado la copa de plata, en Za que bebe mi señor y ien la quz hace sus augurios? Ellos quedaron sumamente extrañados y llenos de espanto. Fueron conducidos a la presencia de José y allí cayeron de ro– dillas y se ofrecieron como esclavos. Pero José replicó: Lejos de mí. ha• cer tal cosa. Sólo quedará corno esclavo aquel en cuyo saco se encontró la copa, es decir, Benjamín. Judá se atrevió a suplicar: ¿Cómo volveré yo donde está mi padre sin el pequeño? No quiero ver el mal que caerá sobre mi padre. José no se pudo contener más y se dio a conocer, en medio de gran– des sollozos: Acercaos. Y o soy José, vuestro hermano, a quien vosotros . habéis vendido. Pero no temáis. Dios mi ha tra.:do aquí para salvar vuestras vidas y asegurar la permanencia de vuestra raza. Volwd pronto donde está mi padre y dec:dle: Esto ha dicho tu hijo José: baja a Egip– to sin tardar; morarás en el país de Gosen, tú, tus hijos, tus nietos y tus ganados. Yo proveeré a tu sostenimimto, que el hambre durará aún cinco años. 6. Jacob y sus hijos se establecen en Egipto. Cuando dijeron a Jacob que su hijo José vivía, él no les quiso creer. Pero cuando le contaron todo lo que les había pasado y le mostraron los regalos, dinero y bienes que habían recibido, exclamó Heno de gozo: Basta. Mi .hijo José vive. Que yo pueda verlo antes de que me muera. Y se pusieron pronto en viaje hacia Egipto, llevando consigo todo lo que tenían. Cuando se acercaban a la región de Gosen, José les sa[ó al encuentro en su carroza y, tan pronto como vio a su padre, saltó de ella y lo abrazó largo tiempo. Enterado el Faraón de la venida del padre y hermanos de José, mandó darles la mejor región de Egipto, la tierra de Gosen, muy buena para el pasto, oficio al que se dedicaba la familia de Jacob. Allí se establecieron. José los proveyó de todo lo necesario. 7. Profecía mesiánica de Jacob. (Gén. 49-10. El cap:tulo 49 de Génesis pone en boca de Jacob una serie de dichos .subrc el futuro de cada uno de sus hijos; son las llamadas «bendiciones de Jacob,.•. Las palabras más interernntes, y que contienen una profecía 44