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sueño misterioso: vio una escalera que llegaba de la. tierra al cielo y los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. En la cima estaba Dios, que le renovó sus promesas, diciendo: Yo soy el Dios de tu padre Abra– ham el Dios de Isaac. Te daré esta tierra, a ti y a tu descendencia, y será' tu posteridad como polvo de la tierra y te propagarás a poniente y oriente, a no1·te y a mediodía y serán benditas en ti todas las gentes. Jacob, agradecido, levantó un altar al S~ñqr y llamó a aquel lugar 3etel ( = casa de Dios). Llegado a J arrán, M.isbpotamia, se dirigió a la casa de su tío Labán, hermano de Rebeca. · Durante veinticinco años cuidó sus rebaños. Como recompensa, Labán le dio por mujer, primero, l.'!. Lía y, después, a Raquel, dándole también abundantes rebaños de ganado. Jacob se vio así bendecido por Dios en toda clase de bienes y decidió emprender viaje de regreso a su tierra, Palestina. Tan pronto se enteró Esaú, le salió al encuentro con 400 hombres, en plan de guerra. J acob tuvo miedo y oró al Señor. Era de noche. Se le apa– reció un personaje misterioso, que luchó con él hasta romper el día. Cuan– do Jacob reconoció que era Dios el que luchaba con él, no le quería dejar marchar hasta no.obtener su bendición. Dios le cambió entonces el nom– bre de J acob. Desde entonces se llamará Israel, porque tú has hecho resis– tencia a Dios y vencerás a los hombres (explicación popular del nombre Israel). Jacob preparó de tal manera las cosas, que su encuentro con Esaú no tuvo malas consecuencias: se postró siete veces en tierra delante de él y le ofreció la mitad de sus rebaños. Como consecuencia se produjo la reconciliación de los dos hermanos. Jacob se estableció en Betel y, más tarde, pas_ó a Hebrón. 4. Los hijos de Jacob, De sus diversas mujeres y esclavas, Jacob tuvo doce hijos: De Lía: Rubén, Simeón, Lev.í, Judá, Isacar, Zabulón; de Zilfa: Gad y Aser; de Bil– ja: Dan y Neftalí; de Raquel: José y Benjamín. Cada uno de ellos es considerado en la Biblia como cabeza de otras tantas tribus, que forma– ban el pueblo de Israel. PARA TU VIDA Una idea: Dios elige a quien quiere. A mí me ha elegido para ser hijo suyo, heredero del delo, mientras millones de niños están en el error y no han recibido d santo bautismo. Un sentimiento: Agradecer siempre a Dios los favores y gracias que me concede. Un propósito: Seré fiel a la elección de Dios, cumpliendo como buen cristiano todos mis deberes. 38

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