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ba grandemente fatigado y hambriento. Jacob tenía ante sí un plato de lentejas. Esaú se lo pidió. Jacob puso una condición: Si me das tu de– recho de primogenitura, te lo dejo comer. Esaú aceptó y cedió a su her– mano los derechos que como a primogénito le correspondían ¡ por un plato de lentejas! Isaac bendice a su hijo Jacob 2. Isaac bendice a Jacob. Este relato, en cuanto al sentido y finalidad, es semejante al anterior. Nos muestra la realización del designio de Dios, que escoge graciosamen• te a Jacob para que sea depositario de las promesas y bendiciones me– siánicas y las transmita al pueblo de Israel. El viejo Isaac, casi ciego, se encontraba cercano al sepulcro. Por eso, antes de morir, llamó a Esaú, su primogénito, y le dijo; Soy viejo y no conozco el día de mi muerte. Vete al bosque, caza el mejor venado, pre– páramelo según mi gusto y, después, te bendeciré. Rebeca, que tenía·pre• dilección por Jacob, oyó las palabras de Isaac y llamó inmediatamente 36

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