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CAIDA Y PROMESA DE REDENCION Dios no se contentó con crear simplemente al hombre. Loador– nó con unos dones extraordinarios: la gracia, que lo hacía hijo de · Dios, ciencia conveniente, inmortalidad en cuanto al cuerpo. Todos esos dones serían para el primer hombre y para todos sus descen– dientes, todos nosotros, si Adán cumplía fielmente los preceptos del Señor. Pero Adán no obedeció, y, consecuentemente, él y todos nos– otros nos vemos privados, al nacer, de aquellos dones tan maravi- · llosos. Dios, sin embargo, no abandonó al, hombre en su pecado, y nos prometió un Redentor. Este plan de salvación, ·revelado por Dios a Israel, es lo más importante de toda la historia sagrada. EJ tercer capítulo del Génesis nos lo narra en un relato lleno de sím– bolos e imágenes beUísimos. En la caída. del primer hombre, y también en las nuestras, in– tervienen los demonios, los ángeles malos. Mientras que los án– geles buenos nos ayudan a volver a Dios. Por todo ello, hablamos también en esta lec:ción de los ángeles. 1. Los ángeles y los demoníos. -La Biblia se interesa principalmente de 1a historia sagrada del hombre, de lo que Dios hizo por el hombre y cómo éste se ha comportado con Dios. Esto no obstante, en bastantes pasajes de la Biblia sé nos habla ta.mbién de li0s ángeles, de los buenos y de los malos. Creación. No sabemos cuándo ni cómo fueron creados. Tal vez lo fueron antes de la creación del mundo visible. Tampoco conocemos su número, aunque la Biblia deja entrever que son muchísimos, incontables. Los ángeles son espíritus puros, sin cuerpo material. Por eso, aunque vayan a nuestro lado, no los podemos ver ni tocar. Tentación y caída. Eran totalmente felices. Pero Dios quiso probár su fi.. delidad, y les puso una prueba, qu~ no sabemos en qué consistió. Lo cierto es que muchos de los ángeles, capitaneados por Lucifer, se rebe!aron 19

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