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CUADERNO 1) ¿Por qué llamamos a Dios Creador? 2) ¿De qué medio se sirve la Biblia para describir la obra divina de la creación y ordenación de las cosas? 3) ¿Cuál es la enseñanza religiosa que se desprende de los relatos de la formación de,l hombre y de la mujer? 4) Enumera alguna de las obras de la creación que más te gusten. FORMACION DEL HOMBRE Y DE LA MUJER (Gén. 2. 4-25) Al tiempo de hacer Yahvé Dios la tierra, y los cielos, no había aún arbusto alguno en el campo, ni producía la tierra hierbas, pues Dios no había hecho llover sobre la ·tierra, ni había hombre que la labrase; con todo, una especie de ola sl!lbía de la tierra y regaba toda la superficie del suelo. Formó Yahvé Dios al hombre del polvo, sopló en sus narices aliento de vida y el hombre $e convirtió en un ser viviente Yahvé Dios plantó un jardín en Edén, en Oriente, y allí puso al hombre que había formado. Yahvé Dios hizo brotar de la tierra toda clase de árboles hermosos a la vista y sabrosos al paladar, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Salía de Edén un río que regaba el jardín y de allí se partía en cuatro brazos... Tomó, pues, Yahvé Dios al hombre y lo puso en el jardín de Edén para que lo cultivase y guarelase. Y le dio este mandato: De todos los árboles del paraíso puedes comer, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, porque el día que de él co-. mieres ciertamente morirás. Y dijo Yahvé Dios: No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacer.le una ayuda semejante a él. Yahvé Dios modeló con el polvo de la tierra todas las bestias salvajes y todas las aves del cielo y las hizo pasar ante el hombre, para ver cómó éste las que– ría llamar: cada una debería llevar el nombre que le diese el hombre. El hom– bre, pues, dio nombre a todas l~s bestias, a todas las. aves del cielo, a todo.; los animales salvajes; pero entre todos no había para Adán ayuda semejante a él. Entonces Yahvé Dios dejó caer sobre el hombre un sueño muy profundo; y, una vez dormido, tomó una de sus costillas, cerrando en su lugar la carne; y de la cos– tilla que tomara de Adán, formó una mujer y la presentó ante el hombre. Este exclamó: Esto sí que es ya hueso de mi hueso y carne de mi carne. Se llamará •.:arana, porque del varón ha sido formada. Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos como una sola carne.
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