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1. Altar. El altar es como el corazón de la iglesia. Consiste esencialmente en una mesa, donde se celebra el sacrificio de la Misa y se colocan las sagradas especies eucarísticas. En los primeros siglos, era una sen– cilla mesa de madera. Más tarde, comenzó a usarse de piedra. Hoy de– be ser de piedra, al menos el ara, donde se colocan las reliquias de al– gún mártir. Antiguamente había un único altar, colocado en la part~ más elevada y más visible, en torno al cual se reunían todos los fieles. Cuando aumen– tó mucho el número de sacerdotes, hubo necesidad de colocar más al– tares y se fueron poniendo en las naves y capillas laterales. Las iglesias más modernas tienden a reducir el número de altares secundarios y a resaltar cada vez más el altar principal o altar mayor. Hay dos clases de a-Har: fijo y móvil. Fijo: Cuando el altar está formado por una mesa toda ella de piedra o mármol, constituyendo un solo cuerpo con la base, de tal manera que no se pueda mover. Móvil: Consiste en una piedra pequeña, de forma rectangular, que se coloca en el centro de una mesa de madera o de otro material. En ella se coloca el cáliz, la patena y las hostias consagradas. Esta piedra se llama también ara. Y es movible. l. Accesorios del Altar. Hoy día el altar comprende también una serie de elementos acceso– rios, más o menos importantes y necesarios: Crucifijo: debe colocarse en el centro y en lugar destacado, de tal manera que pueda verse fácilmente. Sagrario: Es el lugar donde se guardan las hostias consagradas. Suele ir cubierto con un velo, y en la parte de delante, suele llevar también

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