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CULTO Y LITURGIA El hombre es criatura de Dios, dotado de inteligencia para conocer y de voluntad para amar. Su principal deber· es reconocer el poder, la bondad y misericordia de Dios, amarle, honrarle como se merece. Es de– cir, el ·hombre está obligado a dar culto a Dios. 1. El culto y sus clases. Culto es todo homenaje que en señal de dependencia rinde el hom– bre a Dios, supremo señor de todas las cosas. Este homenaje debe ser he– cho de todo corazón y con espíritu filial, pues Dios es para nosotros el mejor de los padres. RI culto puede ser: · Interno: cuando se realiza por medio de actos interiores, sin manifes- tación externa: una súplica o alabanza dirigida a Dios con el corazón. Externo: cuando se realiza por medio de palabras o gestos sensibles: Ponerse de rodiHa:s, cantar las dirvinas alabanzas. El culto externo no excluye el que sea también interno. Todo lo contrario, un culto única– mente externo sería desagradable a Dios. Pues Dios lo que mira, sobre todo, son las disposiciones y los sentimientos del corazón. Privado: cuando lo hace uno por cuenta propia, no •como representan– te de una sociedad: Una person.a que reza el rosario. Público: si se hace ·en nombre de una sociedad y conforme al modo prescrito por ella:· el rezo del oficio divino, la Santa Misa, etc. 2. Noción de Liturgia. Jesucristo, durante su vida terrena, dio a Dios el culto más agra– dabie y perfecto que se le puede tributar. El era Hombre, pero era también Dios. Jesucristo fundó la Iglesci.a para que continuara sobre la tierra la obra de salvación y de santificación de los hombres. Y quiso que la Iglesia, que es como un cuerpo del cual el mismo Jesús es como la cabeza, continuara también en el üempo y en todos los .lugares de la tierra dando a Dios un culto ,perfecto. Ese culto perfecto es la liturgia, que la podemos definir: El culto público de la Iglesia, es decir, el con- 139
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