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La historia del Antiguo Testamento estaba llegando a su fin. Las guerras de los Macabeos representan un momento de exalta– ción religiosa y nacional extraordinaria. Por unos momentos, los judíos intentan recobrar su independencia. Pero la sombra de Roma, o mejor, el sol de Roma, que se había extendido ya por Italia, España, Francia, Norte de Africa, Grecia y Egipto, llega también a Oriente, a Palestina. Y los judíos pasan al dominio de Roma, formando parte de ese gran mundo romano que se extien– de desde España hasta la India. Los romanos ponen en Palestina como rey a Herodes, durante cuyo reinado nace en Belén de Judá, conforme a las profecías, el Mesías, el Redentor del mundo, Jesucristo,· prometido y esperado por todas las gentes. Había llegado la plenitud de los tiempos. 1. Luchas de los Macabeos en favor de su religión. La resistencia y rebelión contra los infames decretos de Antíoco IV Epífanes se convirtieron muy pronto en guerra armada. La chispa saltó en Modín, pueblo situado a unos 30 kilómetros al noroest~ de Jerusalén, cerca de Lida. Había allí un anciano, llamado Matatías, que tenía cinco hijos en extremo valientes. El anciano no sólo se negó a ofrecer sacri– ficios a los falsos dioses de los griegos, sino que impidió también que los demás lo hicieran. Viendo que las cosas se ponían muy mal, huyó a los montes, él y sus hijos y cuantos judíos piadosos quisieron seguirle. Y comenzó la lucha contra los generales de los Seléucidas. Primero, en forma .de guerrillas, después con toda seriedad y bien organizada. Mata– tías murio pronto, y el mando pasó a su hijo Judas, llamado el Macabeo (= «martillo»). :Las primeras victorias contra los griegos animaron a todos los judíos a apoyar decididamente la rebelión de Judas Macabeo. Afor- 130
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