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La madre exhorta a los hijos a sufrir el martirio 3. Martirio de Eleazar. y de los siete hermanos. La resistencia de los judíos buenos fue, a las veces, heroica. Contá– banse ejemplos admirables de valor. A Eleazar, anciano de noventa años, se le quiso forzar a comer carne de cerdo, cosa que la Ley prohibía a los judíos. Pero el valiente anciano resistió con todas sus fuerzas. Y la carne que forzadamente le metieron en la boca, la volvió a arrojar. Y prefirió sufrir incontables suplicios y el mismo martirio, antes que comer lo que estaba prohibido, con el fin de no dar mal ejemplo a la juventud de su pueblo. Se co.ntaba también el caso de una madre extraordinaria. Tenía siete hijos, y el Prefecto de la ciudad quiso obligarlos a quebrantar la Ley del verdadero· Dios. Pero ellos, inspirados por su madre, prefirieron el martirio antes que ofender a Dios.· Uno a uno fueron pasando por los más dolorosos tormentos, comenzando por el mayor. La madre los acompañaba y los exhortaba a que fuesen valientes. Cuando llegó el turno al último, niño aún, la madre le dijo: Mira, hijo mío; el cielo y la tierra y todo cuanto hay en ellos y reconoce que todo ha sido hecho por Dios de la nada, y la raza de los hombres ha sido hecha también de la misma manéra. No temas al verdugo. Mués– trate digno de tus hermanos y acepta la muerte, para que yo te encuen– tre con ellos en el día de la misericordia. Finalmente, también la heroi- 127

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