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LA RESTAURACION (538-333) La profecía del Segundo Isaías se cumplió: Ciro, rey de los per– sas, destruyó el imperio babilónico y dio la libertad a los judíos. Los deportados volvían a Palestina llenos de ilusión. Pero las cosas no marcharon tan bien como ellos esperaban y querían. Hubo mu– chas dificultades internas y externas. Con todo, se luchó valien– temente y se logró formar una pequeña comunidad religioso-civil, que gozaba de una cierta independencia dentro del gran imperio persa. El hecho religioso más interesante de este período de res– tauración fue la nueva organización del culto, en la que se daba mucha importancia a la lectura de la Ley, junto con la reconstruc– ción del Templo. Se promulgó de nuevo la Ley de Moisés, adaptada convenientemente a las nuevas circunstancias. Hubo también pro– fetas-Ageo, Zacarías, Malaquías-que consolaron al pueblo en sus tribulaciones y mantuvieron firme la fe en Dios y en las esperan– zas mesiánicas. Como organizadores sobresalen dos grandes figuras: Esdras y ~ehemías. Ellos dieron a la comunidad judía de después del des– tierro la forma definitiva. t. Fin de la cautividad. Ciro fue el rey elegido por Dios para dar la libertad a los judíos cau– tivos. Los sucesores de Nabucodonosor no fueron capaces de mantener el gran imperio que aquél les había dejado en herencia. El año 539, los persas, al mando de Ciro, penetraron en Babilonia. Ciro fue saludado por todos los cautivos como libertador enviado por Dios. No había pasado un año, y Ciro dio un decreto permitiendo a los; Judíos volver a Palestina y restaurar el culto a Yahvé, Dios de Israel.
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