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judía, llamada Judit. Lo que nos narra el libro no es un hecho propia– mente histórico. Se trata más bien de una historia edificante, que tiene su origen en algún recuerdo de tiempos pasados. Tanto los personajes como los lugares ,en que se desa-rrolla la acción son bastante fioticios. El autor sagrado nos quiere enseñar una cosa importante: Dios nunca abandona a los que confían plenamente en El. He aquí el argumento. Nabucodonosor, prototipo de rey impío y enemigo del pueblo de Dios, quiere tomar venganza de toda la tierra, conquistándola y sometiéndola ·a su poder. Tal empresa fue confiada a Holofernes, general-jefe de todas las tropas del rey. Holofernes reúne un ejército copioso y bien armado, y se lanza a la gran conquista. Todos los pueblos iban cayendo en sus manos; nadie era capaz de resistir tan– ta fuerza. Llegó ·a Palestina y comenzó el asalto de las ciudades. Los judíos, temerosos ante la invasión, suplicaron fervorosamente a Dios que los librara del peligro inminente. Holofernes puso sitio a la ciudad de Betulia, situada al norte de Samaría, la aisló y le cortó el agua. Los sitiados resistieron, al principio, valientemente. Pero poco a poco fueron perdiendo esperanza, y llegó un momento en que estaban dispuestos a entregarse. Entonces se presentó Judit(= «la judía»), mujer viuda y en extremo hermosa. que temía a Dios y confiaba plenamente en su protección. Re– prochó a los Ancianos de la ciudad su desconfianza. Después se arregló con sus mejores galas y se presentó en el campamento de Holofernes. Todos quedaron prendados de su belleza, y decían: ¿Cómo es posible despreciar a un pueblo que tiene tales mujeres? Holofernes la recibió muy bien y le dio permiso para entrar y salir del campamento. Al cuarto día de estar allí, el general dio un banquete a los principa- Los judíos camino del destierro 110