BCCCAP00000000000000000000935

VII La pasión de Cristo es un acto supremo de fuerza, la fuerza del amor del Hijo de Dios hecho hombre, el testimonio supremo de su amor ... Cristo adquirió el derecho de comunicarnos la misma fuerza y el mismo amor, de darnos el poder y la capacidad de ser sus testigos y continuadores, sin desfallecer, «hasta el fin». La energía de Cristo tiene el poder de confirmar a los hijos de Dios, como lo fueron los apóstoles el día de Pentecostés. Después de haber entregado su cuerpo en sacrificio y alimento, Cristo les da a los fieles su Espíritu, que es soplo y fuego; 'imagen del ímpetu, de la tota– lidad, de la libertad del amor. El Espíritu de Dios, que es caridad, no nos abandonará mientras no hayamos consumido todo el dina– mismo de nuestra vida en la caridad. «Porque el amor de Cristo nos urge» ( 8. Bro). 71

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz