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3.-H mundo sigue preguntando El progreso de la ciencia y de la técnica ha traído situaciones nuevas, ha creado problemas morales que antes no existían. (Pensar en la medicina, que podría acabar, definitivamente y sin grandes complicaciones, con el sufrimiento de un enfermo grave; en el cine; en la bomba atómica ... ) Los hombres siguen caminos contrarios y se crea una gran confusión para la razón humana . · Es necesaria una luz que venga de más arriba que la inteligencia de los hombres. Y el mundo se vuelve hacia . la Ig lesia, que representa a Cristo, y pregunta: ¿Qué debemos hacer? 4.-La respuesta eterna: conversión del corazón La palabra de Jesús fue: «Convertíos y creed en el Evangelio.» Los apóstoles lo repitieron sin cesar: «Convertíos y bautizaos en el nombre de Jesucristo.» La Iglesia lo actualiza siempre: «Proclama el mensaje de salvación para que todos los hombres conozcan al único Dios verdadero y a su enviado Jesucristo y se conviertan de sus caminos haciendo penitencia» (Conc. Vaticano 11, Const. sobre la liturgia, n . 9). Y recomienda como deber pastoral: «Incúlquese a los fieles, junto con las consecuencias sociales del pecado, la naturaleza propia de la penitencia, que detesta el pecado en cuanto es ofensa de Dios» (Conc. Vaticano 11, Const. sobre la liturgia, número 109) . «La penitencia de l tiempo cuaresma l no debe ser sólo inte rn a e individual, sino tamb ién externa y soc ial. Foméntese la práct ica penitenc ial de acuerdo con las posibi li dades de nuestro tiempo ... Téngase como sagrado el ayuno pascual .... » (Conc. Vaticano 11. Const. sobre la liturgia n 11 O). La conversión al Señor es la primera meta de la actividad misionera: «Dondequiera que Dios abre la puerta de la palabra para anunciar et misterio de Cristo a todos los hombres, confiada y constantemente, hay que anunciar al Dios vivo y a Jesucristo, enviado por El para 53

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