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7.-Comunidades de la Palabra de Dios La Palabra de Dios, sembrada en el corazón de los hombres, hace germinar en ellos la gracia y la caridad. Y los grupos de cristianos, como las espigas que brotan en la misma tierra, se convierten en campo o «arada» del Señor (1 Co 3, 9). «El mismo día de Pentecostés, en que la Iglesia se manifestó al mundo, los que recibieron la palabra de Pedro fueron bauti– zados. Y con perseverancia escuchaban la enseñanza de los apóstoles, se reunían en la fracción del pan -celebración de la Eucaristía- y en la oración. Alababan a Dios, gozando de la estima generai del pueblo» (Cfr. Hech 2, 41-42.47). Desde entonces, la Iglesia nunca ha dejado de reunirse para celebrar el misterio pascual. leyendo cuanto a él se refiere en toda la Escritura. (Cfr. Concilio Vaticano 11, Const. sobre la liturgia, n. 6). 8.-Progreso en el conocimiento del mensaje de Jesús El Reino de Dios va creciendo en extensión -reuniendo cada vez más hombres- y en intensidad de vida -aumentando el amor mutuo en la humanidad. Pero también crece por el mayor conocimiento que la Iglesia va adquiriendo del sentido de la doctrina d~I Señor. La manifestación del misterio salvador de Dios a la Iglesia en este mundo se verificó plenamente en tiempo de los apóstoles. Pero la inteligencia de las verdades reveladas por Dios va progre– sando a través de los tiempos bajo la asistencia e iluminación del Es– píritu Santo. Jesús hablaba a toda la Iglesia cuando decía a sus discí– pulos: «Yo rogaré al Padre y os dará otro abogado, que estará con vosotros para siempre, el Espíritu de verdad» (Jn 74, 76) ... «Cuando viniere aquel, el Espíritu de verdad, os guiará hacia la verdad completa» (Jn 16, 13). 9.-EI cristiano tiene que dar lo que recibe La humanidad es un organismo que debe ser animado por la savia de la gracia de Cristo, para que se realice el deseo de Dios de salvar a todos los hombres. 46

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